jueves, 10 de abril de 2008

MIS MOTIVOS PARA TENER UN BLOG

Llevo poquísimo tiempo escribiendo en este blog, pero he leído los de otros durante varios años. El motivo que me decidió a escribir uno propio es básicamente usarlo como terapia de desahogo. Me paso el día repartiendo mi jornada laboral entre estar sola (en el coche o en la calle) y conversar con clientes, con los que la conversación se centre el 95% de las veces en trabajo. Hay algunas excepciones porque con los años he entablado relaciones más amistosas con algunas personas que he conocido por mi trabajo, que saben un poco más de mi vida (y yo de la de ellos) y en esas ocasiones los temas se amplían. Aun así nunca puedo tener demasiada confianza porque se trata de clientes y por lo tanto la relación no está igualada, ya que siempre pueden llamar a la oficina y ponerme verde por haber dicho una barbaridad, mientras que yo no puedo mandar a freír puñetas a un cliente sin riesgo de perder mi trabajo; por lo tanto, evito una serie de temas que aprendí desde pequeña que no dan más que problemas sin no hay una confianza blindada con el interlocutor: política, religión y dinero son tabú.
A pesar de evitar estos temas como la peste, en ocasiones surgen en la conversación sacados por la otra persona, y en esos casos tengo que sufrir en silencio a alguien vendiéndome las bondades de tal partido político, que me pregunten si voy a fijo o a comisión, o que me pinten su devoción por la Virgen de Candelaria (autonota: debería de empezar a contabilizar los tópicos más frecuentes en las conversaciones con clientes).
En fin, que muy a menudo se me quedan atascadas conversaciones o reflexiones que sólo puedo soltarle al locutor de radio de turno, porque no puedo coger el teléfono y llamar a los compañeros de oficina en sus horas de trabajo para comentarles lo feísima que es la arquitectura hotelera actual, o algo curioso que he visto, o la última noticia que he leído en el periódico mientras desayunaba. Cuando trabajaba en oficina hablaba con los compañeros, como casi todo el mundo (además siempre he tenido trabajos que te permitían hablar por los codos y a la vez realizar tu tarea: delineación, dibujo, hasta en la pizzería), y echo mucho de menos esto. Cuando por la noche llego a casa ya no tengo ganas de hablar porque estoy que me caigo, con lo que a veces pienso que debería ir apuntando estas reflexiones.
Por otro lado, soy muy reservada y la idea de colgar en la red cosas para que todo el mundo las lea no me hace tanta gracia. Por ejemplo, a la hora de escribir esto aún no le he dado a nadie la dirección del blog, y desde luego no creo que me ponga a explicar detalles privados aquí, igual que no compartía todos los detalles de mi vida con los compañeros de clase o de trabajo antes.
Para mi sorpresa, hay gente que vive para y a través de su blog. Cuelgan cosas esperando provocar debate, proponen discusiones, miden el número de visitas y utilizan trucos de todo tipo para recibir más visitas. Son diosecillos de sus mundos virtuales, cosa que entiendo hasta cierto punto porque es un espacio propio que tú mismo controlas, pero los hay que se pasan y se convierten en insultadores profesionales cuyo escaparate es su blog. Me recuerdan al famoso Speaker's Corner de Londres, en el que cualquiera se puede subir a un taburete y soltar las burradas que se le ocurran, por aburridas, insultantes o absurdas que sean. Yo alucino con este tipo de gente, que no parece divertirse nada con su blog sino que viven obsesionados con ellos mismos y con mostrarle al mundo lo increíbles que son, y no acabo de entender esta actitud.
Por suerte hay excepciones. Pero por cada blog original, con gracia y bien escrito hay cien de puro exhibicionismo y autobombo, que se ve claramente que los han escrito pensando en los "miles" de seguidores que lo van a leer, más que en escribir por el placer de escribir. Además de que muchos parecen vivir en un sms permanente, y me niego a leer el blog de alguien que escribe con K lo que debería ir con C o con QU.
Bueno, una vez más se me ha ido bastante la olla cuando lo único que quería es aclararme porqué escribo aquí... En resumen, escribo para mí y para tener archivadas las cosas que se me ocurren, y es más seguro y más rápido colgarlo en Internet que meterlo en el disco duro del ordenador. Posiblemente sea una de las pocas personas con blog que no quiere visitas a destajo.

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