sábado, 3 de enero de 2009

FOTOS

Cuando salieron los móviles con cámara, pensé que menuda chorrada que añadir a un cacharro que me es antipatiquísimo y que desde luego a mí no me hacía falta aquello. Desde los 12 años he ido cargando cámaras de todo tipo a todas partes -y sus complementos-, con terroríficas consecuencias para mi espalda, por cierto.

Mi cámara actual es una nikon réflex digital, aunque hasta hace poco también usaba una Polaroid y una Lomo, pero las he abandonado por puro sentido práctico. Soy la primera a la que le encanta todo el proceso artesanal fotográfico y he hecho hasta estenopeicas (caja de cartón + agujero + papel fotográfico), y casi lloro cuando tuve que vender mi ampliadora, pero hay que rendirse ante la evidencia, no hay nada más cómodo que una cámara digital a la hora de revelar y clasificar, y desde que las réflex son asequibles, para mí no hay vuelta atrás, y lo digo sin nostalgia.

Para mí los fotógrafos -al menos los aficionados- se dividen básicamente en dos, los que creen que el tema, la composición y la luz lo son todo, y los que le dan más importancia al modelo de la cámara que usan y a la pasta que se gastan en el equipo. Yo me considero del primer grupo. Si la composición es buena y la luz también, o el tema es interesante, ¿a quién le importa que la cámara sea una u otra? Es como la gente que cree que por usar óleos Van Gogh al triple del precio de los otros, van a pintar mejores cuadros. En fin, podría seguir horas, pero a lo que iba.

Mi móvil tiene cámara. No lo pedí, pero ya son todos así, qué le vamos a hacer. Y hay que reconocer que útil es un rato. Además me ahorro cargar más de medio kilo de cámara réflex a sumar a todo lo que ya llevo al hombro a diario. Y de vez en cuando, durante el trabajo, veo imágenes que me llaman la atención, y que puedo congelar hasta con la mierda de móvil, que ni permite enfoque ni ajustes ni nada. Pero al menos me quedo con el tema o la idea, que a veces es lo más importante de la foto.

Tengo muchísimas fotos sacadas con el móvil y ordenadas por temas: desde cosas que me han llamado la atención por horteras, a carteles espantosos o ingeniosos, paisajes, ideas de muebles, libros de escaparates para recordar más tarde, etc. Pero mi serie favorita son las fotos de cosas que me han producido una gran sensación de tristeza o alegría. Trataré de ir colgándolas por aquí. Empiezo hoy con una azotea industrial en la que tengo que aparcar de vez en cuando, y en la que hace siglos alguien ha dejado un coche tirado que parece que está mirando el paisaje. Es una de las zonas más feas de mi ciudad, pero a la vez tiene una vista a lo lejos espectacular, con el mar y Gran Canaria al fondo perfectamente visible en los días claros. Es como una mezcla de fealdad y belleza muy urbano, y que para mí refleja muy bien la falta de cuidado por la estética que caracteriza . En fin, no me quiero poner en plan profundo, es simplemente una de esas fotos que me han hecho detenerme de camino a un trabajo, para mirar el encuadre y sacar el móvil.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuanto tiempo! me alegro volver a leerte. Yo siempre he querido cargar con una cámara reflex para llevar a mis viajes. En verdad me fascinan las fotografías de noche y una compacta no capta ningun detalle. El problema es que una camara reflex con trípode se hace demasiado pesada para una persona que viaja con mochila y pesa no más de 45. De todos modos seguiré pensando.

un saludo!

Fenster dijo...

Hola Silvia, feliz año!
No hay color entre una réflex y las demás. Yo no puedo con lo de mirar la pantallita de lejos. Deberías buscar alguna ligera.
Lo del trípode se soluciona fácil, no lo lleves :-)
O busca uno como éste:
http://www.thinkgeek.com/electronics/cameras-photography/82db/

Yo antes llevaba todo encima, al final vas quitando lo que no usas y ya sólo llevo la cámara, un cargador de repuesto y listo.

Anónimo dijo...

Gracias, Fenster! feliz año, que no te dije nada! finalmente me compré una cámara reflex y me encanta. Ahora tengo que practicar.

Fenster dijo...

Para mí no hay nada como una réflex. Estuve un par de años con la digital compacta pero no era lo mismo ni de lejos. Hasta echaba de menos el peso de la réflex y el ruidito del espejo...