sábado, 3 de enero de 2009

FLIPO Y ALUCINO CON JUAN FRANCISCO CASAS


De lo que aparece de cuando en cuando en revistas y exposiciones de arte moderno la mayoría me resbala o me da tres patadas, pero de vez en cuando aparece gente con ideas y con técnica (combinación cada vez más escasa) como Juan Francisco Casas. Este chico (o señor, que hay un respeto) se dedica a dibujar en plan hiperrealista instantáneas tomadas en fiestas, pero en papel de formato enorme, y siempre a bolígrafo. A mí me gusta especialmente porque además me recuerda a un compañero de facultad que dibujaba también a boli (con bics normales, corrientes y molientes), con una técnica increíble.

Meterse a opinar sobre el arte moderno puede llevar siglos de debate y no es plan, pero en general creo que la cosa está más bien mal -aunque por otra parte siempre ha habido más mediocres que genios, es sólo que la Historia los olvida-. Por ejemplo, en la última exposición que visité hace un par de semanas, la mayoría de cuadros habían sido claramente realizados vía fotochop y posteriormente impresos en reprografía, o transferidos, para si acaso añadir alguna pincelada y colarlo como cuadros en vez de pósters, con el precio correspondiente, claro. Los supuestos artistas que perpetran este timo se atreven a llamarlo "técnica mixta digital" y cosas así. A ver si me explico, no me parece mal recurrir a atajos, pero que encima pretendas pasarlo por una técnica propia y manual cuando lo único manual que has hecho ha sido mover el ratón, me parece propio de jetas que encima se creen que los demás somos idiotas. Es esperanzador ver que alguien aún recurre al triángulo imaginario que decía Leonardo, el que une mente, mano y ojo, y es capaz de tirarse horas y horas haciendo lo que los aficionados al CAD hacen con un efecto casposo en segundos.
Cada vez quedan menos dibujantes como ellos y me alegro de que Casas esté siendo cada vez más conocido. Los admiro muchísimo y a la larga creo que el tiempo los pondrá en su lugar.

Y antes de que alguien me salte con ejemplos como Duchamp, Beuys o los Happenings, diré que sí, mucho concepto y todo eso, que me lo sé, pero sigo prefiriendo que haya tanto concepto como técnica y no sólo uno de los dos. Las obras conceptuales me aburren en general, y las de técnica perfecta pero nada más me dan grima. Que haya que tener algún conocimiento previo sobre la obra y su contexto (ya sea un cuadro, una peli o una novela) para apreciarlos me parece bien, pero que la explicación kilométrica sea la única forma de disfrutar de la obra me parece una pedantería. Esta idea fue necesaria en su momento, pero a la larga son obras que no te emocionan nada. Este tipo de debate lo he tenido mil veces en mil terrazas, galerías y cafeterías y nunca lleva a nungún lado. Creedme, lo sé. Se acaban formando siempre dos bandos, técnica contra concepto, se repiten los topicazos, y a la larga, como me dijo una vez b*, alguien acaba citando a los nazis (b*, si pasas por aquí y lees esto, por favor vuelve a decirme el nombre de la ley aquella, por favor).

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué guapa la chica de la foto!
Eres tú?
:*
:)

Fenster dijo...

Sí, claro, claro que soy yo, por eso pongo la foto, porque me encanto y aprovecho cualquier oportunidad para hacerme autobombo! :-D
Lo de hablar de dibujo es sólo una excusa para salir! :-D

Fenster dijo...

Ahora en serio: no. Ni siquiera conozco a este tío personalmente...

Anónimo dijo...

bueno, ya lo sabía
era un piropo tontísimo :)

Fenster dijo...

... Vale :-)
Pero sigo sin recordar el nombre de la ley aquella según la cual en toda conversación tarde o temprano aparecía la comparación con los nazis, ¿cómo se llamaba?

Apare, te recomiendo echar un ojo a la web de JFCasas. Está genial.